Edinburgh

7 curiosidades sobre Edimburgo que te dejarán boquiabierto

Edimburgo es la capital de Escocia, la segunda ciudad más importante del país y un destino que inevitablemente enamora a los turistas gracias a sus castillos, cementerios de tinte romántico, jardines y por supuesto su cerveza. Edimburgo es uno de los lugares que no debes perderte en tu viaje a Escocia; una ciudad hospitalaria en la que la niebla y la historia se unen para dar forma a diversas historias y peculiaridades que forman parte de la idiosincrasia del país, una ciudad en la que son posibles tantas cosas que pueden dejar al visitante más escéptico boquiabierto.


Da igual la época del año en la que viajes a Edimburgo, no olvides llevar por si acaso alguna prenda de abrigo y, por supuesto, ¡un chubasquero!

1. En Edimburgo no hay niebla si no “haar”

Richie Chan || Shuttestock

Se trata de una especie de bruma densa que se forma en el mar y el viento extiende sobre la ciudad uniéndola al humo, un fenómeno que se puede observar muchos días al año. La palabra pertenece al dialecto escocés y el fenómeno precisa de casi un día entero para evaporarse aunque puede extenderse en solo cuestión de minutos.

2. Edimburgo tiene un olor peculiar

Así es, esta es una de las curiosidades de Edimburgo que te sorprenderán. Hay quien dice que huele a pan o a palomitas, aunque se ganó el sobrenombre de Auld Reekie, ‘la vieja humeante’ o ‘apestosa’ sus numerosas chimeneas pueden explicar en parte el porqué. Además, Edimburgo cuenta con dos fábricas de cerveza y una destilería de whisky, lo que influye indudablemente en el olor de la ciudad.

3. Paraíso para los cerveceros

Se han contado en Edimburgo más de 700 pubs, muchos de los que fabrican su propia cerveza. La Caledonian, Innis & Gun, Belhaven o la Stewart son las cervezas más típicas de Edimburgo.

4. Los bancos de los parques tienen nombre

La ciudad, bueno en realidad casi todo el país, tiene una costumbre curiosa que es colocar una placa dedicatoria en los bancos de los parques y jardines. Por ejemplo, John Lennon tiene su placa en un banco en los jardines de Princes St, pero muchas están dedicadas a ciudadanos anónimos por sus amigos y familiares, para que de algún modo siempre estén presentes en un lugar de la ciudad.

5. Cementerios con tumbas ilustres

Tanto los amantes de lo macabro como los amantes de la historia y de honrar a figuras que fueron un hito pueden hacer recorridos por los cementerios de la ciudad de Edimburgo. Adam Smith, el economista, está enterrado en el Cementerio de Canongate. William McGonagall, se ganó el título de peor poeta del mundo, su tumba puede encontrarse en el cementerio de Greyfriars. Hume en cambio fue un filósofo que dejó huella y su tumba puede verse en Cementerio de Calton.

Además en algunos de sus cementerios aún se conservan las torres desde las que se vigilaba para evitar el robo de tumbas.

6. Edimburgo, ciudad literaria

En el año 2004, la Unesco declarara Edimburgo primera Ciudad de la Literatura del mundo, no en vano muchos autores famosos han nacido en Edimburgo.

Se puede visitar la casa donde nació Robert Louis Stevenson en la calle Heriot Row. Arthur Conan Doyle, también es oriundo de Edimburgo, en la calle Picardy Place, una estatua recuerda que allí nació, su personaje Sherlock Holmes está basado en uno de sus profesores universitarios.

Harry Potter en la actualidad también se ha convertido en uno de los personajes de ficción más ilustres de la ciudad, ya que su creadora, J.K. Rowling, comenzó a escribir su famosa historia en las servilletas de papel de la cafetería The Elephant House, allá por los años noventa.

7. James Bond y Edimburgo

Iam Flemming, autor de las novelas de James Bond, relató en «Solo se vive dos veces» que el mítico James Bond había estudiado en el Fettes College, colegio privado de Edimburgo. Y Sean Connery, uno de los más populares actores en encarnar la figura de James Bond, es oriundo de la ciudad.

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