1. Florencia, el arte en su máximo esplendor

Si estás pensando en hacer una ruta por el norte de Italia, Florencia debe ser una parada obligatoria. Esta ciudad puede presumir de ser la cuna del Renacimiento, ya que ahí se originó dicha corriente humanista. Por lo tanto, Florencia destaca por su alto patrimonio artístico, pues grandes artistas como Donatello, Miguel Ángel o Leonardo Da Vinci crecieron aquí. En consecuencia, dejaron un gran legado en la ciudad, con obras que a día de hoy siguen siendo admiradas.

En cuanto a su arquitectura, su gran variedad de plazas, museos, iglesias, templos y palacios la convierten en una joya arquitectónica en su totalidad; esta ciudad italiana combina el arte y la cultura con el romanticismo. Si vas a realizar un viaje en pareja por Europa, este es el sitio ideal para perderse por todos y cada uno de sus rincones románticos.

Precisamente durante la primavera se celebra un evento conocido como Scoppio del Carro. Se trata de un desfile de pascua que tiene lugar el Domingo de Resurrección, en el que se lleva un carro con carbón a la Catedral del Arzobispo. Desde ahí se lanza un cohete en dirección del carro para originar una explosión de fuegos artificiales. Según la tradición, si todos los fuegos explotan, esto indica buena suerte para el resto del año.

2. Sídney, el gran epicentro de Oceanía

Esta ciudad cosmopolita es la de mayor tamaño dentro del continente australiano. Se trata de una ciudad con gran ambiente en sus calles, las cuales están repletas de bares, pubs, restaurantes y galerías de arte. Estéticamente es una ciudad moderna de grandes edificios, motivo por el cual se la puede comparar con Nueva York.

Un aspecto importante a tener en cuenta es que Sídney reluce por su privilegiado clima. Es bastante soleado y mediterráneo casi todos los días del año, comprendiendo temperaturas muy moderadas. Su temperatura máxima media no supera los 23ºC, mientras que la mínima no suele bajar de los 11ºC.

Este clima tan estable permite que Sídney adquiera una especial vitalidad en primavera que garantiza las mejores condiciones para ciertas actividades, como visitar su famoso zoológico o recorrer las enigmáticas sendas aborígenes. Además, la ciudad cuenta con algunos de los rincones más espectaculares de Australia y una de las costas más grandes del mundo. Contiene alrededor de 50 playas para disfrutar de tomar el sol, de un baño o de saborear una bebida fría.

También es un lugar ideal para realizar actividades acuáticas como el buceo o el snorkel, ya que cuenta con bellas aguas cristalinas.

3. Marrakech, la ciudad de las mil y una noches

La ciudad islámica es un lugar inolvidable y, al caminar por su interior, descubres una arquitectura única. Con una gran profundidad histórica: entre sus barrios destaca Medina, una ciudad vieja considerada Patrimonio de la Humanidad. Al adentrarnos en Marrakech podemos quedar encantados con sus característicos aromas y especiales sabores.

Está repleta de plazas, entre las cuales destaca como una de las más significativas la Plaza Jamaa El Fna, un importante punto de encuentro social, especialmente por la noche.

Los meses de primavera son un gran momento para viajar a Marruecos por primera vez, sobre todo a Marrakech, donde las temperaturas no son muy cálidas y hay escasa lluvia. Las diferencias de temperatura en otros meses son muy pronunciadas lo que hacen a este destino menos atractivo en comparación al mes de abril. Sin embargo, si viajas en un mes primaveral, no encontrarás este problema.