Jardines de Butchart

Ubicados en la Isla de Vancouver, Canadá, y creados por Jannie Butchart, son todo un destino de viaje en sí mismos. Se trata de unos jardines que te transportan a un cuento de hadas. Parecen simplemente sacado del país de las maravillas.

Es tanta su belleza y singularidad, que han sido reconocidos como Sitio Histórico de Canadá en varias oportunidades.

Jardines de Versalles

Con más de 5 millones de visitas al año, estos jardines, creados por Luis XIV y pertenecientes al Palacio de Versalles, son de los jardines más bonitos y reconocidos del mundo, puesto que han sido sede de diversas celebraciones, actos y grabaciones de películas.

Junto al palacio, fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 1979, y cuentan con una superficie de más de 700 hectáreas, que están engalanadas con diferentes tipos de plantas, flores, fuentes y esculturas.

Jardín Claude Monet

Ubicado en Giverny, Francia, está entre los cinco jardines más bonitos según rankings internacionales, quienes además mencionan que el valor de este jardín, tiene que ver con el artista que allí trabajó durante sus últimos tiempos.

Monet pasó los últimos 30 años de su vida creando obras increíbles allí, siendo este jardín una de sus señas más reconocidas.

Compuesto por un pequeño prado, atravesado por un arroyo, está lleno de sauces, árboles tropicales, náufragos y otros tipos de flores que dan color y vida al lugar.

Este jardín fue inspiración para el propio Monet y sus obras “El Puente Japonés” y “El estanque de las Ninfas”, que actualmente reposan en el Museo Orsay de Paris.

Jardín Botánico Tropical de Nong Nooch

Entre la lista de los destinos turísticos tailandeses más visitados, este jardín contiene un pedacito representante de todo el país, entre el que destacan más de 14 mil especies de animales y plantas propias de la localidad.

Además de ser uno de los jardines más bellos del mundo, es de los más completos. Cuenta con un zoológico, un hotel y casas de alquiler para disfrutar de un bello despertar en sus instalaciones.

Está dividido en cuatro sectores: el jardín romano, el francés, el jardín del cactus y el rincón de las orquídeas, siendo este último de los grandes favoritos de los turistas y huéspedes del mundo.

Por si fuera poco, cuenta con pequeños desfiles de elefantes entre los senderos del mismo, y ofrece una experiencia de caminata, recreación y aprendizaje indudable.

Es una joya para Tailandia, y por ende, es cuidada celosamente por sus habitantes y gobernantes.