La Sierra de Madrid es uno de los mejores destinos para hacer turismo rural en España, un compendio de naturaleza y tranquilidad para descubrir por medio de rutas fascinantes. El Parque Nacional de las Cumbres de la Sierra de Guadarrama o el hermoso paisaje de montañas y bosques que rodean San Lorenzo de El Escorial son solo algunos ejemplos de escapadas obligatorias a la sierra madrileña. Lo mejor de todo es que podemos disfrutar de lugares privilegiados y con mucho encanto a escasos kilómetros de la capital. Por tanto, ¿quieres conocer algunos de los más sorprendentes? Sigue leyendo y encontrarás una lista de algunos de los lugares más bonitos de la Sierra de Madrid. ¡Naturaleza y aire puro por doquier!
1. Hayedo de Montejo

Empezamos este ranking de los lugares con más encanto de la Sierra de Madrid con este paisaje que enamora solo con verlo retratado en esta imagen, ¿no crees? Se trata de un bosque de hayas de 250 hectáreas que se encuentra en las faldas de la Sierra de Ayllón, limitando con la provincia de Guadalajara y el río Jarama, y que fue declarado Sitio Natural de Interés Nacional en los años setenta. Además de perderte entre hayas de más de 20 metros de altura, también podrás disfrutar de toda una amalgama de cerezos, robles, abedules y rebollos y, quién sabe, toparte con algún que otro jabalí, gato montés o pequeñas perdices.
2. Ruta por la Chorrera del Hornillo

De entre las cascadas más bonitas de España, encontramos la Cascada del Hornillo, también conocida como Chorrera del Hornillo, que se encuentra en Santa María de la Alameda, a los pies de la vertiente meridional de la sierra de Guadarrama. En este lugar podrás recorrer la ruta por la senda de la Chorrera del Hornillo, un recorrido circular de unos 5 kilómetros que nos ofrece un camino relajado bajo los pinos y unas vistas espectaculares.
3. Monasterio de Santa María del Paular

Situado en el municipio de Rascafría, uno de los pueblos más bonitos cerca de Madrid para pasar el día, y enclavado en el Valle Alto del Lozoya, en plena Sierra de Guadarrama, descubrirás el Monasterio de Santa María del Paular. Fue el Rey de Castilla, Juan I, quien puso la primera piedra del ahora monasterio en el año 1390. Este conjunto arquitectónico destaca por su sencillez y su abundante decoración, aunque tal vez, el lugar más interesante del monasterio es su claustro, que data del siglo XVI, el refectorio, los patios y la biblioteca.
4. Lagunas de Peñalara

En pleno Parque Natural de la Cumbre, Circo y Lagunas de Peñalara, podrás descubrir un remanso de paz entre montañas, la conocida Laguna de Pájaros, otro de los lugares de interés de la Sierra de Madrid. La ruta de las Lagunas de Peñalara es precisamente uno de los recorridos favoritos de los amantes del senderismo y uno de los lugares preferidos para pasar el día tanto en familia como con amigos. ¿Qué te parece organizar un picnic con fantásticas vistas a cualquiera de estas lagunas?
5. Buitrago del Lozoya

Si hablamos de los pueblos con más encanto de España, Buitrago del Lozoya puede ser uno de ellos sin lugar a dudas. Se encuentra a unos 75 kilómetros al norte de la ciudad de Madrid, a los pies del puerto de Somosierra, en plena Sierra de Guadarrama. Destaca por la muralla medieval que lo rodea, la cual refleja influencias de la cultura castellana, cristiana y musulmana, así como por su casco histórico y su Castillo o Alcázar. También te recomendamos que visites la iglesia de Santa María del Castillo y la Torre del Reloj para trasladarte a otra época y disfrutar de los mejores vestigios del medievo en plena sierra madrileña.
6. Cascada del Purgatorio

Ubicadas en la zona central de la sierra de Guadarrana, encontrarás las famosas cascadas del Purgatorio, dos saltos de agua que forma el Arroyo de Aguilón, un afluente del río Lozoya. Una de estas cascadas cuenta con un salto de agua de 15 metros de altura y se enclava en un paisaje impecable de robledales y pinares. Se trata, sin duda, de una de las zonas de mayor valor ecológico de todo el valle del Lozoya. Un lugar precioso en el que poder hacer fotografías sin parar mientras te relajas escuchando el sonido de la caída del agua.