Muchos consideran que viajar a la Bretaña Francesa es como realizar un viaje en el tiempo a la época de la Edad Media, y es que sus estructuras de piedra y madera aún se conservan en magníficas condiciones a día de hoy. Es una región con una imponente arquitectura debido a sus castillos y fortalezas.
Para conocer mejor su cultura es necesario realizar una ruta por los pequeños pueblos que la rodean, pues la mayoría de ellos conservan aún en la actualidad la típica arquitectura de la época, además de sus tradiciones. Todo aquel que haya recorrido este territorio aconseja hacerlo en coche, por lo que es imprescindible alquilar uno al llegar, pues es la única manera de poder visitar todo lo que se desea, incluido los famosos faros, sin perder tiempo.
Aquí se han coordinado para ayudar a todo turista que llegue y han creado un sistema de información para hacer saber al visitante si el pueblo al que están llegando posee un alto nivel turístico o no. Este método consiste en poner el dibujo de unas flores en las placas de entrada de cada pueblo. A mayor número de flores, mayor es el interés turístico que puede tener esa zona para el usuario. Esta tierra cargada de historia ofrece una gran variedad de rincones a todo aquel que la visita, a continuación analizaremos las más bellas.
1. El pueblo de Dinan
La arquitectura medieval de este lugar está plagada de casas con entramados en madera y tejados puntiagudos de color gris. Tiene una muralla de casi tres kilómetros que envuelve los edificios más antiguos como son la Iglesia o el castillo construido en el siglo XIV.
Alguno de los monumentos imprescindibles que visitar en este pequeño pueblo son:
- El Castillo de Dinan
- La Iglesia de Saint-Malo del siglo XII
- La Basílica de San Salvador
- La Torre del Reloj
2. El encanto de Plouézec
Además de ser un pueblecito encantador, lo más maravilloso de Plouézec son sus flores. Este lugar cuenta con unos interminables campos de hortensias a pie de costa que lo convierten en un lugar mágico y único. El mejor mes para poder ver todas las flores es el de junio.
3. La Abadía de Beauport
Está catalogada como Grand Site de France. Es de lo más bello y turístico que se encuentra en la Bretaña francesa. Estas ruinas góticas y la situación que tienen junto al mar hacen que sea un lugar en el que se respira paz y tranquilidad.
Las ruinas de esta Abadía están llenas de flores de colores mágicos y verdes arbustos, que contratan con la fría y tosca piedra, creando un entorno que parece recién salido de una película.
4. La Costa de granito Rosa: entre Trestraou y Saint-Guirec
Los imponentes acantilados de esta zona son mundialmente conocidos por el color rosa de sus rocas, que crean un paisaje único y bello. La fuerza del mar ha ido creando estructuras surrealistas que atraen a todos los turistas. Los habitantes del lugar han ido poniéndole nombres a las formas más originales, así se pueden encontrar: el Sombrero de Napoleón, la Seta o los Amantes.
Y como colofón cuenta con un faro de tonalidades similares que encumbra todo el recorrido. Los expertos estiman que se formaron hace más de 300 millones de años y cuenta con 20 metros de altura. Solo hay tres costas de granito rosa en el mundo: en Córcega, otra en China y la ubicada en la Bretaña Francesa.
