El sur de Francia es una zona llena de cultura, historia, pueblos bellos, valles pintorescos y castillos majestuosos. Si estás buscando una ruta en coche que te deje apreciar todas y cada una de las virtudes antes mencionadas, esa no es más que la ruta de Los Castillos de cátaros.
Los cátaros: un pueblo que nos dejó ciudadelas y castillos
Los cátaros formaron parte de un movimiento religioso recordado con el nombre de catarismo, el cual tuvo presencia al sur de Francia entre los siglos X y XII.
Los cátaros se caracterizaban por mantener creencias religiosas que se alejaban de los fundamentos de la iglesia católica.
Fue tan extrema la diferencia entre ambos movimientos religiosos que para la mitad del siglo XII, la iglesia católica convenció al entonces Rey de Francia a comenzar una especie de guerra civil en contra de los cátaros, la misma recibió el nombre de Cruzada Albigense.
La Cruzada tuvo como resultado la caída del movimiento y el despoje de las tierras de los cátaros, en donde tiene lugar la Ruta de los Castillos cátaros.
La ruta de los castillos cátaros
Esta es la oportunidad de recorrer el Sur de Francia por una ruta que varía de ciudades, autopistas y valles, a pueblos recónditos, carreteras baldías y escenarios llenos de montañas. Si está en tus posibilidades, haz el viaje en un coche capaz de llevarte por caminos difíciles, y por supuesto que sea cómodo, porque deberás sobrevivir a un viaje en coche largo. Además, no se niega que la mejor alternativa para disfrutar de todos los pueblos es en coche propio o de alquiler.
Comenzamos en Carcasona

La ruta comienza en las murallas de Carcasona, y se desarrolla en torno a la misma ciudad ubicada en la región francesa de Occitania, a unos 300km de Barcelona.
En la ciudad podemos disfrutar de calles apedreadas y pueblos pintorescos. Además de los cinco principales castillos de la región, también llamados “los cinco hijos de Carcasona”: Castillo de Aguilar, el Castillo de Peyrepertuse, el Castillo de Puilaurens, el Castillo de Quéribus y el Castillo de Termes.
El primer destino serán los castillos de Peyrepertuse y Quéribus (cercanos uno del otro) ubicados de la localidad de Duilhac-sous-Peyrepertuse. Para llegar a ellos se pasa por las ciudades de Girona y Perpiñán, en donde si lo deseas puedes realizar un alto para visitar y disfrutar.
Seguimos a la Ciudad de Narbona

A aproximadamente hora y media del Castillo de Quéribus se encuentra Narbona, una ciudad que nos invitará a retroceder a la época de los romanos. En Narbona yace la tercera catedral más alta de Francia y la más importante de la región, la catedral de Saint-Nazaire. Además de visitarla a ella, también vale la pena que te pases por el Canal de Mindi, específicamente por las Nueve Esclusas de Fonseranes.
Otros tres castillos

Tras visitar Narbona podemos disfrutar de los escenarios de la región y acercarnos a tres castillos emblemáticos, separados cada uno por un recorrido de entre 20 a 45 minutos. Los castillos (en orden de visita) son: el Castillo de Villerouge-Termenès, el Castillo de Termes y el Castillo de Lagrasse.
Luego de aquí nos vamos directos al centro de la ciudad de Carcasona, donde podemos disfrutar un poco más de la ciudad y de los atractivos cercanos.
El Castillo Montségur: el más icónico de la región cátara. Montségur se encuentra a hora y media de Carcasona, y es simplemente una visita obligatoria en la ruta de los Castillos cátaros. En él puedes visitar un museo arqueológico, el cual te recordará que estás ante el último bastión en movimiento de los cátaros, en donde fueron quemados en la hoguera cerca de 200 seguidores del catarismo.
Para finalizar la ruta, puedes visitar la ciudad de Toulouse, la cuarta ciudad de Francia y cede de la Basílica de Saint Sernin, un Patrimonio de la Humanidad.