El turismo es una de las actividades que genera más beneficios a nivel económico, pero también una de las que provoca un mayor impacto medioambiental. Por ello, en los últimos años, el turismo sostenible está ganando un importante terreno al turismo tradicional.

Según recoge la propia Organización Mundial del Turismo, el turismo sostenible es aquel que tiene en cuenta las repercusiones actuales y futuras, tanto a nivel económico como social y medioambiental. De este modo, se pueden satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las ciudades.

Sin embargo, el nacimiento del turismo sostenible no es un aspecto actual, ya que se remonta a la década de los 90. Surgió cuando el impacto provocado por el turismo a nivel mundial comenzaba a tener efectos socioeconómicos negativos en la sociedad.

Por este motivo, algunos organismos e instituciones como el Consejo de Europa o la Organización de Naciones Unidas han promulgado recomendaciones para crear un turismo más respetuoso con el medio ambiente y con el entorno.

Ventajas del turismo sostenible

Entre las principales ventajas que ofrece este tipo de turismo, destacan los siguientes elementos:

El respeto por la naturaleza

En este tipo de turismo, se fomenta la realización de actividades como plantar árboles, promocionar el reciclaje de residuos o reutilizar las tierras erosionadas. Se trata de una mentalidad que transforma por completo la forma tradicional de viajar.

Fomenta el uso de energías renovables

Algunas instalaciones turísticas, especialmente algunos alojamientos, ya han puesto en marcha políticas especiales que fomentan el uso de energías renovables.

Algunos ejemplos de estas políticas son la reutilización del agua de la lluvia, la instalación de placas solares o la utilización de otras infraestructuras que aprovechan al máximo la energía del viento.

Potencia las economías locales

Otra de las grandes ventajas del turismo sostenible es que este favorece la interacción de los turistas con la población autóctona. Con ello, se permite que los habitantes de estas zonas turísticas puedan vivir de la producción y venta de sus propios productos.

Por lo tanto, el turismo sostenible se desvincula por completo de los grandes conglomerados turísticos y apuesta por transformar la vida de las economías locales.

¿Cuáles son las ciudades españolas más sostenibles?

El Observatorio de la Sostenibilidad ha publicado el estudio ‘Ciudades más Sostenibles de España’. En dicho informe, se tienen en cuenta 59 indicadores distribuidos en cuatro ejes principales: económico, social, ambientas y, transparencia y cooperación.

Factor medioambiental

Según indica el informe, las ciudades españolas que mejor se comportan desde el punto de vista medioambiental son Huesca, Vitoria y Almería. Estas tres capitales obtienen los mejores resultados en conjunto, tras el análisis de distintos grupos de variables: el agua limpia y el saneamiento, la acción por el clima, la vida submarina y la vida de los ecosistemas terrestres.

Valores de contaminación

En cuanto a los valores de contaminación atmosférica, Soria, Badajoz, San Sebastián y Vitoria son las capitales que consiguen los mejores niveles. Sin embargo, en el otro extremo, se encuentran Granada, Murcia, Córdoba, Barcelona, Madrid y Sevilla.

Gestión de residuos

Atendiendo a la variable concreta de la gestión de los residuos, las capitales que alcanzan la mejor posición dentro del listado del Observatorio de la Sostenibilidad son San Sebastián, Pamplona, Huesca y Vitoria.

Emisiones

Y finalmente, al tener en cuenta la variable de las emisiones fijas, los expertos concluyen que las capitales que concentran mayores emisiones fijas poseen instalaciones industriales o energéticas importantes. Es el caso de Tarragona, Castellón y La Coruña. Y, en el lado opuesto, las que presentan un mejor comportamiento en cuanto a emisiones difusas son Melilla, Murcia, Almería y Granada.

El respeto del entorno y el medio ambiente se ha convertido en un aspecto clave para potenciar un turismo de calidad en las ciudades y ofrecer un valor añadido como destino turístico.