Fin de Semana Santa en Cuenca

Qué ver un fin de Semana Santa en Cuenca

Cualquier momento del año es ideal para visitar Cuenca, pero Semana Santa tiene ese algo especial que hará tu viaje todavía más interesante. Cada día falta menos para que llegue, así que si estás pensando en hacer una escapada en Semana Santa pero todavía no tienes claro el destino, a continuación te vamos a explicar qué ver un fin de Semana Santa en Cuenca, un recorrido por los imprescindibles de esta ciudad manchega para que no te dejes nada por visitar durante tus vacaciones.

No te pierdas las procesiones en el casco histórico de Cuenca

Aunque pasen por varios puntos de esta ciudad de España, el mejor sitio para ver las procesiones de la Semana Santa conquense es el casco histórico de la ciudad. Entre los mejores sitios están la Plaza Mayor, en la que descansan las procesiones; las proximidades de la Iglesia de San Felipe Neri, donde se canta el miserere a los pasos; el espectacular paso por las curvas de la Audiencia Provincial, la Calle del Peso, aunque sea estrecha; el Puente de San Antón en las procesiones de la tarde de Jueves Santo y la Calle de los Tintes la noche de Viernes Santo.

A las 5:30 de la madrugada del Jueves al Viernes Santo se celebra la Procesión Camino del Calvario o de “las Turbas”, vulgar y erróneamente llamada procesión de los borrachos. Es una de las procesiones más populares de la ciudad, que se alargará hasta la mañana de Viernes Santo, uno de los momentos de más afluencia turística en la ciudad. Una procesión en la que contrastan momentos de estruendo y silencio. El Jueves Santo se celebra la procesión de la Paz y la Caridad; el Viernes Santo también tenemos la del Calvario y el Santo Entierro, y el Domingo de Resurrección la del Resucitado.

Las Casas Colgadas




Asistiendo a las procesiones habremos recorrido los puntos más destacados del centro de la ciudad. Puedes aprovechar la tarde del viernes o la mañana del sábado para entrar en la Catedral o alguna iglesia y visitarla con más tiempo, o para recorrer el casco histórico sin el gran bullicio de los pasos y las procesiones.

Sin embargo, reserva un momento del día para disfrutar de las Casas Colgadas, uno de los grandes encantos de Cuenca y su principal reclamo turístico. Si el vértigo no es un problema, lo ideal es subir por el Parador Nacional, cruzando el Puente de San Pablo, que alcanza una altura de 60 metros. La alternativa es la cuesta que hay a los pies de las casas colgadas. Ambos caminos se unen en la parte alta, finalizando en la plaza mayor. Las vistas nocturnas desde allí son increíbles.

La Semana de Música Religiosa

Paralelamente a la Semana Santa, Cuenca alberga la Semana de Música Religiosa, considerada uno de los mejores certámenes de música sacra de todo el mundo. Consulta el programa y no dejes pasar la oportunidad de asistir a un concierto único, que quizá nunca más puedas ver. La mayoría de los conciertos son en el Teatro Auditorio, pero también se celebran conciertos en la Catedral de Cuenca o en varias iglesias de la ciudad.

Prueba la sangre del nazareno

No todo va a ser procesiones y visitas culturales. También hay tiempo para disfrutar de platos típicos como el ajoarriero o el morteruelo. Entre las comidas imprescindibles en estas fechas están el potaje de cuaresma, las alubias con oreja, chuletas de cordero y las torrijas de postre, cena típica antes de las procesiones de Jueves Santo. Y para bajar la cena, una copita de Resolí, bebida a base de café, aguardiente, caramelo, cáscara de naranja y especias. Tú eliges si le añades hielo o no, pero cuando la pruebes descubrirás por qué el Resolí es conocido como “la sangre del nazareno”.

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