El Camino de Santiago es conocido por ser la ruta más antigua, más concurrida y más celebrada del viejo continente. Sí, muchos son los que se aventuran a elegir uno de los caminos para llegar a la Catedral de Santiago y ver así los restos del apóstol. El Camino no es sólo lo que vemos. No es únicamente sacrificio, menús del peregrino y paisajes. Si vas a preparar el Camino de Santiago, te interesará saber que el Camino cuenta, además, con un montón de curiosidades que muchas veces pasan inadvertidas. Te hablamos de algunas de ellas, a continuación.

1. El Camino de Santiago como el origen del juego de la oca

Sí, como lo lees. Hay algunos estudios que afirman que el juego de la oca era un juego diseñado por los gremios de constructores medievales que representa el propio Camino de Santiago.  En el juego, los puentes simbolizarían la transición y el cambio. Asimismo, la iconografía encajaría con algunos de los puentes que se encuentran en esta ruta. Por otro lado, la oca siempre ha estado considerada como un animal misterioso. Cada oca representaría un punto importante para superar la etapa y conseguir así el objetivo marcado en esta experiencia.

2. La existencia de tantos caminos diferentes

Ya sabemos que no sólo hay un Camino de Santiago. Lo cierto es que hay muchos. El motivo es sencillo. Desde que se descubrió el supuesto sepulcro del apóstol Santiago, cada viajero hacía su propio camino desde su casa hasta Santiago de Compostela.  Poco a poco, el boca a boca hizo que algunas de estas vías fueran más frecuentadas que otras, ya fuera por la facilidad o por la seguridad de estas.

3. El uso de la vieira como símbolo

Además de esos enormes palos que llevan los peregrinos, la vieira es un símbolo indiscutible del Camino de Santiago. Con respecto a este símbolo, lo cierto es que son muchísimas las leyendas e historias que lo asocian con la Ruta Xacobea. No obstante, de todas ellas hay una que parece tener más aceptación. Esta leyenda asegura que el hijo del Conde de Bouzas (Pontevedra) quiso impresionar a su futura mujer metiéndose en la playa con su caballo. Cuando estaba dentro, una ola lo arrastró sin piedad mar adentro. El joven comenzó a rezar, pensando que su vida había terminado. Poco después apareció en la orilla, vivo y con toda su ropa llena de conchas de vieira. La leyenda añade que días después llegó a Santiago el barco con los restos del Apóstol. Así, el hijo del Conde peregrinó a la ciudad acompañado de una concha de vieira, pues pensó que había sido una auténtica señal.

4. ¿Quién fue el primer peregrino?

La verdad es que es difícil establecer con exactitud quién fue el primer peregrino del Camino de Santiago. Aún así, la historia le otorga este título a Gotescalco, arzobispo de Le Puy. Este hombre de fe viajó desde Aquitania en el 950, acompañado de una enorme comitiva. Según parece ser, sería el que inicio la gran corriente de peregrinos que posteriormente vendrían de Francia.

5. El Monte Gozo

Dicen que una de las experiencias más bonitas para todo peregrino, es observar las torres de la catedral desde el Monte del Gozo. Según parece ser, el nombre del monte respondería a ese preciso momento, gozoso y reconfortante, en el que el peregrino divisa el monumento. A este lugar también se le conoce como Monxoy, algo que haría referencia a la expresión que los peregrinos gritaban cuando alcanzaban esta cima “Mon joie”, algo así como mi felicidad o mi gozo.

6. Cuando el apóstol fue escondido

En el año 1558, los restos del apóstol desaparecieron de la Catedral de Santiago, una de las catedrales más bonitas de España. No fueron robados. Al parecer, el arzobispo de Compostela escondió el arca con los restos por miedo a un inminente ataque de los piratas ingleses comandados por Francis Drake. El problema es que lo hizo demasiado bien, por lo que los restos estuvieron ocultos (o perdidos) más de 300 años. Aparecerían en el año 1878, durante unas obras realizadas en el altar mayor de la catedral a manos del cardenal Payá y Rico.