Los humanos somos animales sociales y el lenguaje hablado es el método que utilizamos normalmente para comunicarnos. Una de las primeras cosas que van aprendiendo los niños es a utilizar el lenguaje. El lenguaje es la manera que tenemos de expresar nuestras necesidades, deseos y también ideas. Por eso, el hecho de no saber idiomas puede suponer un hándicap importante a la hora de viajar. No obstante, no te preocupes, existen una serie de consejos para viajar a países donde no hablan tu idioma que te ayudarán a poder comunicarte.

Dónde viajar sin saber inglés

Lo cierto es que los hispanohablantes podemos viajar a muchos países donde hablan nuestro propio idioma. Pero, en general, tendemos a pensar en el inglés como un idioma universal con el que podemos entendernos en casi cualquier lugar, pero esto tampoco es cierto. Hay un alto índice de probabilidad de que en los lugares donde viajamos no encontremos personas que dominen el inglés.

Obviamente, si nos movemos en ambientes exclusivamente turísticos será fácil encontrar a alguien que tenga nociones de inglés, pero si queremos imbuirnos de verdad en el ambiente de nuestro destino de viaje y relacionarnos con todo tipo de personas, hemos de tener claro que la mayor parte de las veces contaremos con la limitación del idioma. No obstante, no te asustes por no hablar o dominar el lenguaje de tu destino de viaje, te aseguramos que podrás defenderte en casi cualquier lugar del mundo con un poco de paciencia, ganas e ingenio.

¿Podemos viajar a un destino en el que no hablan nuestro idioma?

El lenguaje verbal no es la única forma de comunicación que dominamos las personas. De hecho nuestro idioma principal está marcado por el sitio en el que nacemos y el idioma que hablan nuestros padres, pero los sentimientos, las emociones y muchas formas de expresión son idénticas para toda la humanidad.

Utiliza los gestos

Son pocas las expresiones que están condicionadas culturalmente, en general nos comprendemos perfectamente. Nuestro lenguaje corporal es un medio de expresión muy completo y empezar a ser más conscientes de él nos ayudará a entender mejor a los demás y ser conscientes de muchas cosas que se nos podían estar pasando por alto.

En realidad, cuando viajamos hacer preguntas mediante gestos es mucho más sencillo que entender las respuestas. Piensa por ejemplo en cómo expresarías sin palabras cosas como “tengo sueño”, “tengo sed”, “tengo hambre”, “tengo frío” etc. ¿Verdad que no sería difícil hacerte entender?

Practicando lograrás llegar a expresar mensajes mucho más complejos. Recuerda que lo importante es pensar en el tipo de respuesta que quieres obtener, esto se consigue con la práctica. Está bien expresar que tienes frío pero lo que necesitas es saber cómo subir la temperatura de la calefacción de tu habitación, por ejemplo.

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Simplifica

Para hacerte entender debes tener claros unos conceptos clave, en primer lugar trata de simplificar todo lo que puedas el mensaje, si te pierdes en rodeos y explicaciones el contenido principal se perderá, simplifica.

Céntrate en las palabras importantes

Valora cuales son las palabras clave y céntrate en ellas. Por otro lado no menosprecies las palabras, a veces un sonido aunque sea en otro idioma, puede ayudarnos a entender. Eso sí, recuerda que gritar no te va a ayudar, solo conseguirás poner más nervioso a tu interlocutor.

Utiliza lápiz y papel

Prueba a ayudarte del lápiz y el papel, a veces dibujar, escribir o hacer pequeños esquemas puede ayudarnos mucho.

Ten en cuanta la tecnología

Por otro lado no desprecies la tecnología, utiliza tu teléfono móvil para buscar imágenes o incluso direcciones.

Un diccionario, un libro de frases o utilizar el traductor del móvil es también un buen recurso. Además si conseguimos aprender algunas frases importantes demostraremos nuestro interés por el país que visitamos y será más fácil encontrar gente dispuesta a echarnos una mano.

Fíjate en tu interlocutor

Si aguzamos el oído y prestamos atención, a la par que nos fijamos en las posturas corporales, es fácil que logremos entender mucho más de lo que en principio pensamos.

En definitiva, mantener la mente abierta y no tener vergüenza a no ser entendidos nos ayudará en cualquier viaje.