Aunque las políticas de cancelación de viajes suelen ser bastante estrictas -por ejemplo, algunas aerolíneas low cost como Ryanair no admiten cancelaciones- lo cierto es que nadie es capaz de responder de los sucesos inevitables que NO podrían haberse previsto. Así pues, independientemente de la política de cancelación de una aerolínea o agencia de viajes, si ha tenido lugar una causa de fuerza mayor imprevisible e inevitable (fenómenos meteorológicos adversos, la pandemia del coronavirus, una enfermedad repentina, el fallecimiento de un familiar, una intervención quirúrgica...) se tiene que activar el protocolo de cancelación de viaje por fuerza mayor.

Tal como indica nuestro Código Civil, el concepto de fuerza mayor protege a todos los consumidores por igual y se impone ante cualquier tipo de cláusula que pueda tener una reserva.

Pasos para cancelar un viaje por razones de fuerza mayor

Si el motivo por el que cancelas tu viaje contratado es algo verdaderamente extraordinario e inevitable lo primero que debes hacer es revisar la política de cancelación de tu billete. Como norma general, las tarifas flexibles suelen ofrecer la posibilidad de reembolso o de cambio de billete; sin embargo, las compañías low cost no suelen devolver el dinero (como mucho te permiten cambiar el día de tu vuelo o el nombre de tu billete de avión).

1. Ponte en contacto con la aerolínea, la agencia de viajes o el hotel para solicitar la cancelación y el reembolso del importe completo pagado. Si hay una negativa por parte de la compañía, alega que el motivo de tu cancelación obedece a causas extraordinarias y ajenas a tu voluntad. Para ello deberás aportar pruebas que acrediten dichas causas.
2. Si a pesar de los documentos aportados la compañía sigue sin querer reembolsarte el dinero, tendrás que reclamar por vía judicial. Si el importe de tu vuelo, hotel o servicio no excede de los 2.000 euros podrás reclamar sin necesidad de un abogado o procurador; si el importe supera dicha cifra, entonces tendrás que contratar los servicios de un abogado o procurador.