Basta con darse un paseo por la zona de acampada de cualquier festival de música para percatarse de lo que distingue a un asistente novato de un ‘festivalero’ habitual. Y es que saberte al dedillo la programación de cada escenario o a qué hora toca tu banda preferida no te servirá de nada si durante el día no puedes descansar, hidratarte y cargar las pilas para disfrutar al máximo los conciertos de la noche. Una acampada desastrosa, un calzado inadecuado o la falta de agua y comida pueden arruinar tu fin de semana. Por ello, la preparación es fundamental, y utilizar la cabeza a la hora de llenar tu maletero te ahorrará más de una mala pasada. ¿Sabes ya todo lo que no puedes dejarte en casa para disfrutar al máximo de tu festival?
Comencemos por lo fundamental: la mochila. ¿O acaso pensabas arrastrar tu trolley por la zona de acampada? Llevar una mochila cómoda y compacta te ayudará a concentrar todos tus básicos y evitará que disperses tus pertenencias o que te sobrecargues con ropa que no te vas a poner. Por un lado, carga en un compartimento todas esas pequeñas cosas importantísimas para el acceso y la supervivencia durante el festival, desde las entradas y el programa hasta los tapones de los oídos y el antifaz para dormir, pasando por tu teléfono móvil y un cargador ‘power bank’ si no quieres quedarte sin batería después de la primera jornada. No olvides que tanto las tormentas de verano como las olas de calor suelen ser (desgraciadamente) un elemento habitual en nuestros festivales, y haz hueco en tu mochila para elementos tan dispares como un chubasquero, unas botas de agua y una crema solar de factor 50. Eso sí, por mucho calor que vaticines, trata de evitar el calzado abierto o las chanclas de dedo, y protege así tus pies contra cristales y suciedad.
Una vez que has cargado tu mochila en el maletero, aun tienes mucho espacio para tus utensilios de acampada, tu comida y tu bebida. Recuerda que encontrar una sombra en la que acampar puede ser una misión imposible, y que dedicar espacio en tu coche a sombrillas o toldillos siempre es una buena idea y una garantía de siestas reparadoras. Igualmente, llevar contigo un colchón hinchable puede parecerte en un principio tedioso, pero puedes estar seguro de que lo agradecerás cuando te retires a dormir en tu tienda. Por cierto, ¿cómo piensas encontrarla en mitad de la noche? Cualquier objeto llamativo (como una bandera) que puedas colocar en su techo te ahorrará paseos interminables.
Por último, trata de dedicar espacio a agua y comida. Eso sí, recuerda que de poco te servirá si no llevas una nevera portátil contigo; la bebida caliente no te hará ningún favor, y la comida expuesta al sol tardará un santiamén en estropearse. Además, si normalmente no llevas un kit básico de primeros auxilios en tu coche, esta puede ser una opción para hacerte con uno. Muchos concesionarios dedicados a la venta, compra de coches y distribución de sus accesorios suelen contar con maletines pensados específicamente para ocupar poco espacio en tu vehículo.
¡Ya estás listo! Antes de ponerte al volante, consulta tu ruta y calcula tus paradas para descansar. Conduce con cuidado, búscate un copiloto capaz de mantenerse despierto y asegúrate de descansar lo suficiente antes de emprender tu camino de vuelta. Y, sobretodo… ¡disfruta!
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