Una de las opciones más interesantes para viajar disfrutando del verano son los cruceros: una semana o 10 días en un barco disfrutando de varias ciudades o países, viajando de noche y haciendo turismo de día. Basta con mirar el amplio catálogo de las webs que ofertan cruceros para dar con los mejores recorridos: el Mediterráneo occidental, los Fiordos, el Norte de Europa y, por qué no, las paradisíacas playas del Caribe o la Polinesia son también opciones válidas al alcance de todo el mundo. Pero si es tu primer crucero seguro que estás algo nervioso ante lo que puedas encontrar.

Trucos para disfrutar de tu crucero

Si ya te has embarcado antes, probablemente no vayamos a contarte ningún secreto, aunque nunca está de más repasar los mejores consejos para disfrutar de una experiencia crucerística. Por ejemplo, los imprescindibles a la hora de preparar la maleta: además de la ropa acorde al destino (¿hará calor, es verano o invierno?, etc.) no pueden faltar el bañador, ropa deportiva para el gimnasio, ropa formal para la cena de gala, las gafas de sol y una mochila pequeña para llevarte lo básico a las diferentes excursiones que hagas.

Igual que pasa con las aerolíneas, deberás cumplir con las limitaciones de equipaje o los objetos que no se pueden subir al barco. Una vez llegues al puerto de embarque, debes entregar el equipaje, con las correspondientes etiquetas, salvo el equipaje de mano. En el mostrador tendrás que presentar los billetes de embarque, los documentos de viaje como el pasaporte, y tu tarjeta de crédito para todos los extra. Antes de partir asegúrate de que tienes todos los documentos en regla, las fichas de los pasajeros, las etiquetas puestas, etc.

Quizá te extrañe esto de la tarjeta de crédito para los extra, pero por norma general el precio de un crucero incluye alojamiento, comidas y espectáculos. Cuestiones como los traslados o excursiones pueden o no estar incluidas, y luego habrá que añadir las bebidas -salvo el agua no embotellada-, las tasas de servicio o propinas o las tasas de embarque, que no siempre van incluidas en el precio. Antes de reservar el crucero conviene asegurarse de si estos conceptos están incluidos o no en el precio inicial y de su coste.

Otra cuestión importante es el camarote. Un error de novato bastante habitual es elegir un camarote exterior. Realmente, en el camarote dormiremos y poco más, así que quizá sea más interesante elegir un camarote interior. El camarote exterior puede ser una buena opción solo si tiene balcón, las ventanas muchas veces son pequeñas o las vistas son escasas. Intenta elegir uno lejos de ascensores o discotecas, zonas de ruido y con mucho tráfico de personas; y en la parte central del barco y al menos un piso sobre la línea de flotación.

El Diario de a bordo

Por lo demás, el crucero no tiene muchos más misterios salvo el Diario de a bordo. Se trata de un documento que encontrarás en tu camarote, donde cada día te indicarán la información que debes saber para esa jornada. Hay de todo, desde cuestiones como la hora del amanecer y el atardecer, el horario local y el cambio de zona horaria o información sobre la ciudad de destino hasta la información práctica sobre el viaje.

Suelen indicarse las horas de desembarco y de embarque, teléfonos de contacto por si surge algún problema en las excursiones, consejos de vestimenta para el día, promociones en tiendas o el spa del barco, el horario del desayuno, la comida, la cena o de los diferentes espectáculos y de las actividades previstas a bordo durante el día -y la noche-. Y recuerda que el primer día tendrás que pasar por el simulacro obligatorio.