Es una idea casi impensable el viajar a un país extranjero y no volver con alguna compra, un producto típico, un regalo, o algo de lo que no hayamos encaprichado. Dependiendo de los países a los que viajemos es posible que tengamos derecho al tax free, es decir, a la devolución o exención de los impuestos y las tasas en las compras, lo que hará que ciertos productos nos salgan bastante más baratos.
Literalmente Tax free es una expresión inglesa que significa “libre de impuestos”, esto implica un ahorro considerable en las compras que hagamos en algunos países extranjeros.
¿Cómo se hace el tax free?
Hay un requisito indispensable para poder beneficiarse del tax free, realizar compras en un país cuya nacionalidad no poseamos y en el que tampoco llevemos largo tiempo viviendo.
Normalmente los países imponen la condición de llegar a un gasto mínimo y pagarlo en la moneda local, para poder beneficiarse del tax free. Tampoco podremos comprar sin iva en cualquier comercio, solo en aquellos que dispongan en sus escaparates de la pegatina distintivo que indique “tax free”. Además, solo se incluyen aquellos productos que realmente vayas a llevar a tu país, no los que consumas durante tu estancia. Muchas veces se exige que estos productos estén debidamente empaquetados y precintados.
Solicitar la devolución de impuestos en el aeropuerto
Dependiendo del país al que viajemos puede ser que la exención de impuestos se haga directamente en el momento de la venta. Pero normalmente habrá que pedir el reintegro de los impuestos, siguiendo unos pasos a la hora de comprar y también en el aeropuerto desde el que vayamos a regresar.
Al pagar en el comercio debemos pedir un formulario de tax free en la caja. Rellenarlo con letra clara y sin dejarnos nada sin cubrir, para no tener problemas después.
Una vez que estemos en el aeropuerto tenemos que acudir a la Oficina de Aduanas, presentar el formulario junto a nuestra documentación y los artículos que queramos deducir para que te pongan el sello de aprobación. Después tendrás que ir a la oficina de reembolso de las entidades gestoras de Tax Free, que serán las que gestionen el reintegro del dinero, quedándose con un porcentaje en concepto de comisión seguramente.
El siguiente paso será facturar el equipaje, protegiendo bien nuestras compras y conservando todos los papeles y tickets para poder reclamar en caso de que haya algún tipo de problema con el equipaje.
Una vez en España tendremos que declarar en Aduana cuando el valor de las compras que traigamos supere los 430 euros, traigamos más de 10.000 euros en metálico, o determinadas mercancías por encima de las cantidades permitidas.
Países dónde podemos solicitar el tax free
Los españoles podemos hacer compras tax free en muchos países fuera de la Unión Europea, acogiéndonos a las condiciones que se requieren en cada uno. Los Estados Unidos, Argentina, Corea del Sur, Japón, Marruecos, Israel, Méjico, Singapur, Turquía son algunos de ellos, dentro de Europa estarían también Suiza, Noruega e Islandia
Devolución del IVA a viajeros
En España también existe el Tax free, que implica la devolución del IVA para los viajeros de nacionalidad extracomunitaria, pero también pueden acogerse las personas residentes en Ceuta y Melilla, las Islas Canarias, Gibraltar y Andorra. El importe mínimo requerido en las compras para acogerse a la devolución del IVA en España son 90,15€ que tienen que gastarse en una misma tienda o en varias que compartan CIF.
Aunque pueda parecer un chollo eso de comprar sin pagar impuestos también hemos de ser avispados y comprobar antes si los precios son lo suficientemente competitivos como para que nos merezca la pena efectuar los trámites correspondientes.
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