Si hacer una mudanza en una misma ciudad es toda una experiencia, la cosa se complica cuando nos mudamos a otra ciudad o nos vamos al extranjero. Planificar una mudanza a otro país exige una buena dosis de paciencia. Para ello, deberemos ser metódicos y realizar una buena planificación para dejarlo todo listo para esa nueva etapa. Paralelamente a la mudanza, deberás resolver todo tipo de trámites como buscar las ventajas que ofrecen las cuentas bancarias en el nuevo destino, así como preparar toda la documentación y el contrato para entrar a vivir a tu nueva casa. Si quieres sobrevivir a una mudanza a otro país, es importante que tengas en cuenta unos consejos para que todo salga perfecto.

Consejos para planificar tu mudanza en el extranjero

Has decidido empezar una nueva etapa de tu vida en un país diferente y ya has escogido la casa donde vivirás. Ahora es el momento de prepararlo todo. Sigue estas recomendaciones para que no se te escape ningún detalle importante.

• Prepara lo imprescindible

Antes de ponerte a embalar paquetes, prepara todo aquello que necesitarás en tu nuevo país. Como, por ejemplo, la documentación, los títulos formativos, la ropa, el móvil y el ordenador. También serán imprescindibles documentos como el permiso de conducir, el libro de familia o los recibos que puedes necesitar en un futuro. A su vez, deberás informarte sobre qué hacer con tus tarjetas bancarias y cancelar las domiciliaciones bancarias.

• El seguro médico

Según el país al que te mudes, viajar sin seguro es muy arriesgado. Asegúrate de que tienes un seguro que te cubra a ti y a toda tu familia para que podáis acudir a un hospital sin un elevado coste en caso de emergencia. Otra cuestión importante son las vacunas si te trasladas a un país exótico.

• Empaquetando tu vida: regala, revende, recicla

Podríamos hablar de las tres R de la mudanza: regalar, revender o reciclar. Seguro que en casa tienes muchas cosas que no utilizas, no sirven o no te puedes llevar a tu nuevo destino. Por eso, puedes deshacerte de todo lo que no utilices, desde la ropa hasta cuadros o elementos de decoración que tengas almacenados.

Regalarlas a una persona cercana o donarlas a los más necesitados siempre son gestos bonitos. O, por otro lado, puedes aprovechar y vender aquello que no necesites o no te quieras llevar. Y la tercera opción es reciclar lo que no puedas vender o ya no sirva.

• Guarda tus cosas en cajas y haz las maletas

Mientras resuelves todos los trámites, deberías ir guardando todas tus cosas en cajas. Primero llénalas con lo menos importante. Por ejemplo, si estamos en verano, con la ropa de invierno. Lo que utilizas en tu día a día deberías guardarlo en lo último, de modo que no tengas que estar abriendo y cerrando cajas. No hace falta decir que es importante hacer una lista con todo lo que hay que empaquetar. Luego puedes numerar la caja e indicar en esa lista en qué caja está cada cosa.

No olvides proteger bien las cajas y su contenido con papel de burbuja o de embalar y precintar las cajas. Por último, prepara las maletas para el viaje. Es muy importante meter en ellas solo aquello imprescindible para el día a día, como ropa de temporada, el calzado y los utensilios personales, además de la documentación. Si vas a facturar, en la maleta de mano o mochila no pueden faltar mudas para dos o tres días. Piensa que en tu destino podrás comprar todo lo que necesites.

• El envío de cajas

Elegir la empresa con la que enviarás las cajas es, quizá, la tarea más ardua. La oferta de empresas logísticas es muy amplia, de modo que tendrás que pedir presupuestos y comparar antes de decantarte por la mejor opción. Por suerte, hay plataformas o herramientas que te ayudan a ello. Trata de acordar también la fecha de entrega para asegurarte de que si las cajas llegan antes que tú haya alguien para recibirlas o puedas ir a recogerlas a un punto determinado.

Te espera una nueva etapa llena de aventuras, ¡prepáralo todo!