¿Alguna vez os habéis imaginado la extraña sensación de libertad, comodidad y ligereza que supondría viajar con las manos vacías (o si preferís en los bolsillos) sin tener que cargar con el equipaje, preocuparnos de facturar las maletas, pasar controles, esperar en las cintas de equipaje, etc.?

Puede parecer algo totalmente utópico, pues aunque viajemos poco tiempo siempre necesitaremos algo de equipaje, pero existen maneras de reducir los trastornos que nos causa a la mínima expresión y aquí estamos dispuestos a contároslas para que en vuestro próximo viaje tengáis la opción de viajar sin maleta. ¡Sigue leyendo para conocer los mejores trucos para viajar sin equipaje!

La guía definitiva para viajar sin maletas a cuestas

Tenemos diferentes opciones para poder viajar sin maleta, básicamente podemos colocarlas en dos extremos, reducir al mínimo aquello que queremos llevar o contratar una empresa que lo haga por nosotros. Sigue nuestros consejos para viajar sin maletas a cuestas y disfruta de tus merecidas vacaciones:

1. Contratar una empresa que lleve nuestro equipaje

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Es cierto que no es una solución muy habitual para viajar sin maleta, pero lo cierto es que con la economía global y el aumento de las compras a nivel internacional, las empresas de paquetería están mucho más desarrolladas y ofrecen servicios mucho más asequibles que hace unos años. A la vez han surgido determinadas empresas, que funcionan sobre todo a nivel europeo, especializadas en el transporte de maletas. De manera que son los encargados de llevar el equipaje desde nuestra casa a nuestro destino de viaje sin que nosotros tengamos que hacer más que empacar nuestro equipaje.

Por supuesto debemos considerar cuestiones como el precio que nos piden por el transporte, investigar para encontrar la compañía que mejor se adapte a nuestras necesidades y atenernos a las instrucciones que nos piden que sigamos para que todo vaya fluido.

Por lo general las empresas recogen el equipaje a la puerta de nuestra casa y nos lo dejan en la fecha indicada en la puerta de destino. Deberemos hacer las gestiones al menos un par de días antes, seguramente cuando lo hagamos la propia empresa nos entregará unas etiquetas para que las peguemos en nuestro equipaje. También nos facilitarán los códigos para que podamos comprobar en cualquier momento en que lugar se encuentra nuestro equipaje. Serviequipaje, Sin Maletas, Envía Maletas o Seur son algunas de las empresas más populares que ofrecen este tipo de servicio.

2. Reducir el equipaje a la mínima expresión

Uno de los motivos fundamentales para querer viajar sin maleta es evitar organizar la maleta de mano y ahorrar el gasto económico y en tiempo de tener que facturarla. Pero esto también podemos conseguirlo reduciendo al máximo nuestro equipaje y viajando solo con la maleta de mano, que bien puede ser una mochila.

Para conseguir esto debemos tener claro que tenemos que reducir al mínimo lo que queremos llevar, tenemos que comprimirlo para que ocupe poco espacio y que podemos ahorrar sitio llevando las cosas encima. La mayoría de las aerolíneas Low Cost tienen establecidas unas dimensiones máximas para el equipaje de mano de aproximadamente 55 cm x 40 cm x 20 cm. Comprimir al máximo posible lo que necesitemos llevar y aprovechar todos los huecos de la maleta o mochila nos será de gran utilidad.

Además, para aquellos que necesiten llevar algunas cosas extra, existen en el mercado una serie de chalecos con muchos bolsillos que te permiten llevar muchas cosas encima.  Las páginas webs que los venden argumentan que no pueden decirte nada siempre que no cargues más de 15 kilos en ellos. Quizás un chaleco deportivo sea una opción más discreta y menos polémica.

3. Comprar las cosas que necesitemos en nuestro destino

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Evidentemente esta no es una opción ideal para viajar sin maleta, pero en función del país al que viajemos podemos valorarla, sobre todo si hemos calculado el presupuesto de viaje previamente. Hay países como Tailandia, Taiwán, Vietnam, México, etc. donde la ropa y los objetos de primera necesidad son tan baratos que nos merecerá la pena comprar allí algo más de ropa de la que llevamos puesta y los objetos de aseo que necesitemos. Además, si no queremos traerlos de vuelta siempre podemos donarlos antes de regresar.